SIGNIFICADO DE LOS HITOS - Curso sobre el 20 de enero - Video 1

Iniciamos el Curso sobre los Hitos de la historia de Schoenstatt, una Historia Sagrada. Schoenstatt es historia, nuestro Dios es un Dios de la historia. Esto es algo que el P. Kentenich acentuó una y otra vez. Por eso, el introducirse en la vida de Schoenstatt no es otra cosa sino hacer propia la historia de Schoenstatt. Pero no como algo estático sino como algo dinámico que ahora nos tiene que decir algo, de cara al futuro.

Viernes 30 de junio de 2017 | Padre Rafael Fernández

I. INDICACIONES PARA EL SEGUIMIENTO DE ESTE CURSO.

Este curso consta de vídeos y textos.

El tema está dividido en “partes”. Las partes son capítulos centrales del tema.

Normalmente cada parte consta de dos o tres “sesiones”.

Éstas sesiones abordan diversos aspectos de la parte o tema correspondiente.

Se recomienda ver primero los vídeos correspondientes.

Los vídeos van acompañados de un texto cada uno. Este texto ayuda a una mayor comprensión de la temática en general. Es bueno leerlo con detención para poder profundizar más este importante tema. En algunos casos ofrecemos otro texto  para los que quieran una mayor información.

Luego hay un set de preguntas de comprensión, pregunta de profundización y tareas

La idea es que cada persona responda en primer lugar las preguntas. Si el curso se sigue como matrimonio que lo haga cada matrimonio.

Luego se señalan algunas tareas. Según sea el caso se puede hacer una o más de las que se proponen.

Si el curso se hace en grupo, debe haber alguien que lo coordine.

La idea que proponemos es que los que participan en el curso vean los vídeos y hagan las tareas que del curso proponga.

Cuando se reúnan presencial mente lo principal será el trabajo con las tareas.

 

II. VER VIDEO 

III. TRANSCRIPCIÓN DEL VIDEO

Iniciamos el Curso sobre los Hitos de la historia de Schoenstatt, una Historia Sagrada.

Schoenstatt es historia, nuestro Dios es un Dios de la historia. Esto es algo que el P. Kentenich acentuó una y otra vez. Por eso, el introducirse en la vida de Schoenstatt no es otra cosa sin o hacer propia la historia de Schoenstatt. Pero no como algo estático sino como algo dinámico que ahora nos tiene que decir algo, de cara al futuro.

¿Que son los hitos? El P. Kentenich habla de momentos de una irrupción de gracias especiales. Sucede algo especial en la historia, se trata de un acontecimiento en el cual está comprometida la irrupción de Dios y la eclosión, por así decirlo, es decir, la apertura, el abrirse a esa gracia para cooperar con ella. Son momentos no independientes uno del otro. No son grandezas aisladas, sino que son parte de un desarrollo histórico, de una historia o de un plan de Dios que se va realizando en el tiempo. Y por eso, los hitos están relacionados íntimamente uno con el otro.

Esto es lo esencial de Schoenstatt. Schoenstatt es un movimiento que destaca, que pone en primer plano a ese Dios que gobierna el mundo, que interviene en la historia y que se vale de nosotros para realizar sus planes, supeditado siempre a nuestra libertad.

Esto ha sido siempre así en la historia tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Dios irrumpe en la historia, se acerca a Abraham, lo llama y le pide que vaya a formar un pueblo. Pasó algo en la vida de Abraham, un hombre de carne y hueso, que parte hacia donde Dios le indica. Pensemos también en Moisés. Dios se acerca a Moisés en la zarza ardiente, le dice que lo necesita para que saque a su pueblo de la esclavitud del faraón de Egipto. Es Dios quien está interviniendo.

Y ese Dios no sólo intervino en el Antiguo Testamento, durante toda la Historia Sagrada, sino que sigue interviniendo en el Nuevo Testamento. La Anunciación a María es una irrupción de gracias; es Dios quien se acerca buscando la cooperación del hombre para tejer la historia de la redención.

En esa óptica es la que tenemos que ver los hitos de la historia de la Familia de Schoenstatt. Son momentos especiales de gracia en nuestra historia. Y por eso, si hablamos de hacerlos nuestros no se trata simplemente de recordar lo que pasó, sino de hacerlos nuestros, de que sucedan nuevamente.

Tomemos el acontecimiento de la Anunciación. Dios se dirige a María y le pide su cooperación para su plan de redención. María da su sí a ese plan y asume riesgos y tareas que implica ese plan de Dios.   En esta época, Dios también se dirige a nosotros buscando nuestra cooperación para ese plan de redención de la humanidad. Nosotros tenemos que abrirnos a ese plan de Dios como lo hizo María; asumiendo riesgos y tareas.

Estos hitos, estos acontecimientos históricos especiales, tenemos que re-vivenciarlos, revivirlos en esta época. Así como en la Eucaristía, revivimos el acontecimiento de Cristo del Gólgota en forma sacramental. Lo hacemos presente para incorporarnos en ese acontecimiento de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, en este momento, hoy día, en lo que a cada uno nos toca de pasión, muerte y resurrección.

Estos hitos históricos están relacionados unos con otros. Pensemos en el acontecimiento del Gólgota, el acontecimiento central de nuestra fe. En el acontecimiento del Gólgota está María y el Señor, desde la cruz, la nombra Madre nuestra; se la encarga a Juan como su Madre, y le pide a ella que sea Madre de Juan. Eso se vuelve a hacer presente en el acontecimiento de Pentecostés, donde esa maternidad proclamada en el acontecimiento del Gólgota se reanuda; María, como Madre, reúne a los apóstoles implorando para ellos la gracia del Espíritu Santo. Pentecostés es otro hito especial.

En los hitos no sólo recordamos los acontecimientos, no sólo los hacemos historia simplemente, sino que los recordamos para hacerlos nuestros, para re-vivenciarlos, para apropiarnos de ellos.

Resumiendo, si queremos entender Schoenstatt, tenemos que entenderlo en su desarrollo histórico. Ese desarrollo histórico cuenta con estos hitos. El P. Kentenich nombra cuatro hitos en la historia de Schoenstatt.

Estando en Milwaukee señala los acontecimientos ocurridos en la historia de Schoenstatt como hitos. Antes, a estos acontecimientos simplemente les daba el nombre de lo que había ocurrido. Así, nombraba la Primera Acta de Fundación, la Segunda Acta de Fundación, la Tercera Acta de Fundación… Desde Milwaukee, el P. Kentenich empieza a hablar directamente de los hitos y, después de su regreso de Milwaukee, señaló a los Institutos y Federaciones especialmente, a quienes se integran en estas comunidades, que lo básico de su enseñanza se centraba en que se debía llegar a comprender lo que había pasado en cada uno de estos hitos, con el fin de hacerlos ropios las circunstancias concretas de nuestra realidad personal, familiar, e clesial o social, en nuestro tiempo.

El P. Kentenich caracteriza estos hitos por cuatro fechas importantes en la historia de Schoenstatt: 18 de Octubre de 1914, lo que tratamos en el Curso anterior; el 20 de Enero de 1942; el 31 de Mayo de 1949 y el 22 de Octubre de 1966. Son cuatro fechas que todos los schoenstattianos tenemos que tener muy presentes.

El P. Kentenich también les puso un título a cada uno de estos hitos, títulos que están tomados de las virtudes teologales. El primer hito, el 18 de Octubre de 1914, lo tituló: En la luz divina; el segundo hito, el 20 de Enero de 1942, En la confianza divina; el tercer hito, el 31 de Mayo de 1949En la fuerza divina, y el último hito, el 22 de Octubre de 1965, En la victoriosidad divina.

Son diversas maneras nemotécnicas para que recordemos estas fechas. No son fechas, sino momentos, tiempos, períodos de gracia que pueden ser bastante largos.

Ahora nos dedicaremos a sumergirnos en el 20 de Enero de 1942, que es un periodo muy largo. Un período que parte en la Navidad de 1941 y concluye en 1950, y que tiene su punto de culminación el 20 de Enero de 1942. A eso hay que agregar que, antes de esa Navidad de 1941, ya se había preparado, ya estaba tomando forma lo que iba a ser ese 20 de Enero de 1942.

Como vamos a hablar del 20 de Enero, creo que es muy importante no reducirlo solo a algunos aspectos que son importantes. Muchas veces se piensa el 20 de Enero sólo como un Acto deInscrptio; o sólo como el Jardín de María; o sólo como el Acto de Séquito, de Seguimiento del Padre, o sólo  como la Solidaridad de destinos… Todos estos hechos y otros más pertenecen al 20 de Enero. Pero ninguna de ellos solo nos entrega toda la riqueza de ese momento especial.

Así como no se puede separar del hito central de la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo, el acontecimiento de Pentecostés, análogamente tampoco no podemos separar el segundo hito del 18 de Octubre, del 31 de Mayo… Todos están concatenados. No podríamos hablar del 20 de Enero sin el 31 de Mayo. Sólo a la luz del 31 de Mayo, podremos entender el 20 de Enero.

Tenemos que tener cuidado de no absolutizar alguna fecha, algún contenido parcial y dejar de ver la totalidad de este proceso histórico.

Es una historia sagrada. Todos los hitos están orientados a lo mismo. Ya desde antes del 18 de octubre, el P. Kentenich está pensando en un hombre nuevo en una nueva comunidad, para una nueva situación histórica.

Es decir, Dios quiere entregar algo a la Iglesia, a la sociedad a través de Schoenstatt. Y ese plan de lo que él quiere entregar, se va desplegando poco a poco, a lo largo de toda la historia de Schoenstatt.

En este curso, vamos a desarrollar un trabajo denso, largo. Vamos a ir dando pasos. Primero, mostraremos el contexto histórico, porque cada uno de estos momentos históricos está dentro de un proceso de desarrollo histórico. Y primero debemos conocer el contexto porque, de lo contrario, no podemos conocer bien ese momento histórico.

Tendremos que ver el contexto histórico general, socio-político de todos los años que lo preceden, desde el año 1919 hasta 1939 o 1941. Ese período tiene todo un sentido en un contexto en el cual podemos entender la plenitud, el significado, la importancia de este hito de la historia de Schoenstatt que es el 20 de Enerode 1942.

En este proceso, vamos a ver y vamos a ir desentrañando no solamente el contexto mismo del 20 de Enero, sino también el contexto inmediato. Vamos a introducirnos en el Jardín de María, el significado del Jardín de María; luego la corriente de séquito, y así hacia adelante.

Tenemos un trabajo denso por delante. Queremos pedir al Señor y a nuestra Mater que nos ayuden a poder comprender este misterio en toda su profundidad. Siempre que está en juego la fe, hay un misterio detrás. Por eso pedimos al señor y a nuestra Mater, que a la luz de la fe, podamos hacer nuestro este hito fundamental de nuestra historia.

 

IV.PREGUNTAS Y TAREAS 

  1. 1.  Preguntas
  • ¿Qué definición de lo que es un hito puedo dar yo?
  • ¿Qué hito de la historia de salvación es el que más me llega y he hecho especialmente mío?
  • ¿Cuáles son los hitos más importantes de mi historia personal a la luz de la fe práctica en la divina Providencia?
  • ¿Cuáles son los hitos más importantes de nuestra historia Como matrimonio y como familia?
  • ¿Es para mí (para nosotros) la vivencia de la eucaristía,  actualización del acontecimiento o hito central de nuestra historia sagrada, del misterio Pascual?

 

  1. 2.  Tareas

 

  • Revisar nuestra historia personal y, si es el caso, matrimonial y familiar, a la luz de la fe práctica en la divina Providencia
  • Reflexionar sobre cuál de los hitos fundamentales de esta historia necesito o necesitamos profundizar mas.
  • Hacer una reflexión más profunda respecto a nuestra vivencia de la fe, es decir. a lo que predomina en ella: lo doctrinal, lo moral, lo devocional,  o el encuentro con el Dios vivo.
  • Reafirmar la costumbre de hacer regularmente la meditación de la vida.

 

IV. TEXTOS DE APOYO 

VISIÓN GENERAL DEL SEGUNDO HITO DE LA HISTORIA DE SCHOENSTATT: EL 20 DE ENERO

El segundo hito de la historia anta de nuestra Familia, marcó profundamente la vida del Movimiento de Schoenstatt.

En Alemania arreciaba la persecución nazi a la iglesia y sus comunidades. En septiembre de l941, cuando se iniciaba el arribo de muchos sacerdotes que iban a participar en un retiro que daba el Padre Kentenich, aparecieron agentes de la Gestapo para arrentarlo. El padre fundador le dice que se presentará voluntariamente en su cuartel en Coblnza  una vez terminado el retiro. Ellos acepetaron  y así lo hizo el P. Kentenich el 20 de septiembre.

Después del interrogatorio debió permanecer en el "Bunker" o mazmorra del cuartel durante un mes. Luego fue transferido a la cárcel que existía en la misma ciudad.

Mientras está en la cárcel de Coblenza, entre el 24 y 25 de diciembre de l941, nace la corriente del "Jardín de María".

El 23 de diciembre, en vísperas de la Navidad, la Hermana Mariengard, perteneciente a la Comunidad de las Hermanas de María del Hospital de San José de Coblenza, tuvo la idea de escribir una carta al Niño Jesús, pidiéndole el milagro de liberar al Padre de la cárcel. Esta carta, que expresaba un gran cariño y ternura filial hacia el Padre, fue entregada a la Hermana Superiora quien la hizo llegar al Padre en la cárcel. El Padre la contestó, haciendo un juego de palabras entre Mariengard (el nombre de la Hermana) y Mariengarten (Jardín de María), diciéndole: "Cumpliré tu deseo cuando tu corazón y el corazón de toda nuestra Familia se haya convertido en un floreciente Jardín de María".

Las Hermanas asumen la invitación del Padre a esforzarse por ser un floreciente Jardín de María y se despliega un esfuerzo heroico (en el sentido del amor a la cruz o –lo que es equivalente- en el sentido de la Inscriptio) por la santidad, como petición al Señor, para obtener así la liberación del Padre.

De este modo se establece un profundo “entrelazamiento de destinos”, una comunidad de corazones, de misión y de tarea entre el Padre y las Hermanas. Nace una poderosa corriente de solidaridad que más tarde será asumida por toda la Familia de Schoenstatt.

Posteriormente, el Padre definirá el Jardín de María diciendo: "El Jardín de María está formado por pequeñas Marías que se han conformado en Cristo, que son portadoras de Cristo y que dan a luz a Cristo en el mundo, y que, con Cristo y en Cristo, giran en torno a Dios Padre".

Su significado

En la corriente de vida del Jardín de María se hace patente la realidad de la "nueva comunidad" que persigue encarnar Schoenstatt como respuesta a nuestro tiempo, un tiempo donde reina el individualismo, la masificación y el secularismo materialista. En el Jardín de María se pone de manifiesto un tipo de aspiración a la santidad en el cual el amor y solidaridad humanos están íntimamente ligados al amor y solidaridad en el plano sobrenatural. El espíritu de la nueva comunidad –el estar el uno "en, para y con" el otro– es vivido intensamente.

Por otra parte, el Jardín de María ejemplariza la realidad de la redención por y en la cruz: nos dice que no hay purificación y elevación de la naturaleza, no hay fecundidad verdadera "si la semilla no cae en la tierra y muere"; que nuestra vida debe consistir en la plena y heroica entrega filial al Padre Dios en Cristo Jesús.

De esta forma en el Jardín de María Se vive la solidaridad de destinos de la Familia respecto al Fundador.

El segundo hito de la historia de Schoenstatt

El 20 de Enero de 1942 llevará en este sentido a su máxima expresión toda la vida en torno al Jardín de María.

Llegó el momento en que, estando todavía el P. Kentenich en la  cárcel de Coblenza, se le designó a ser trasladado al campo de concentración de Dachau.

Cuando las Hermanas y los Padres cercanos al P. Kentenich supieron de esta decisión, buscaron medios para que no se llevase a cabo esta determinación. En concreto, tomaron contacto con el médico de la prisión y este se mostró dispuesto a dar un certificado de que él no era apto para ir al campo de concentración, debido a su problema pulmonar (el P. Kentenich tenía necrosada una parte del pulmón).

El 16 de enero le hacen una revisión médica muy superficial y el P. Kentenich es declarado apto para el campo de concentración. Al enterarse la Familia busca todos los caminos para evitarlo. Consiguen contactos con el médico de la cárcel, quien se manifiesta dispuesto a hacerle una nueva revisión y a declararlo no apto. Pero, quien debía solicitar esa nueva instancia era el prisionero.

Así llega el 19 de enero y el Padre Kentenich tiene en sus manos el formulario. Solo tiene que firmarlo. El plazo máximo para entregarlo era el 20 de enero a las 17 hrs.

La lucha del Padre Kentenich aquel día, fue una lucha por la verdadera libertad, "la búsqueda de la voluntad de Dios". dirá años más tardes: "Así llego el 20 de enero. Había luchado conmigo mismo durante toda la noche para descubrir cual era la voluntad de Dios. Ahora tenía claridad. No firmaré la solicitud, si yo tengo que elegir, que decidir, entonces: para mi la muerte y las cadenas, pero para la Familia ha de ser la libertad."

Así renuncia, voluntariamente y por amor a los suyos a las posibilidades de no ir a Dachau. Cree firmemente que ésta es la voluntad de Dios: ofrecer su libertad exterior para conquistar la libertad interior de los hijos de Schoenstatt.: abrazar la cruz con Cristo, ofreciendo su entrega por los suyos.

Con este paso, llama a la Familia a profundizar la alianza de amor  en el sentido del amor a la cruz. Del “por ellos me santifico”, del camino que Cristo siguió. También este paso debía convencer definitivamente a la Familia que la Santísima Virgen era la dueña de la Obra, que ella no la iba a abandonar.

Cree que ésta es la voluntad de Dios: ofrecer su libertad exterior para conquistar la libertad interior de los hijos de Schoenstatt. Con este paso que da, llama a la Familia a profundizar la alianza de amor  en el sentido de la Inscriptio, es decir, del amor a la cruz, para alcanzar así la verdadera libertad de quien se sabe hijo de Dios. Este paso debía también convencer definitivamente a la Familia que la Santísima Virgen era la dueña de la Obra y que ella no la iba a abandonar.

El 20 de Enero de 1942 fue así el día clave en que, en la práctica, se decidía la partida del P. Kentenich al campo de concentración. Esa fecha y todo lo que, a partir de ella se desencadenó para el Padre y la Familia, marcó profundamente la historia futura de Schoenstatt.

En el mes de marzo el Padre es trasladado desde la prisión de Coblenza al campo de concentración, situado al norte de München. Durante todo el tiempo de Dachau, se toma mayor conciencia de la posición del Padre como Fundador y Cabeza de la Familia y del indisoluble entrelazamiento de destinos entre él y los suyos. Esto condujo a una extraordinaria conciencia de unidad entre el Padre y la Familia, y a una profunda convicción del carácter marcadamente sobrenatural de Schoenstatt como Obra e instrumento e Dios.

La relación entre el Jardín de María y el 20 de Enero

Por lo expuesto se puede apreciar la estrecha relación entre la cortiente del Jardín de María y el 20 de Enero: no se las puede separar.

La corriente del Jardín de María, que nace en la Navidad de 1941 es fundamental para lo que se desencadenará posteriormente, a partir del 20 de Enero de 1942, la profundización de la alianza de amor y la “corriente el Padre” o de seguimiento al Padre fundador. El Jardín de María significó una corriente de amor natural y sobrenatural entre el Fundador y su Familia, un mutuo entrelazamiento y solidaridad de destinos, lo cual se desarrollará con gran intensidad en el período post  Dachau.

Este entrelazamiento y solidaridad se expresó en la mutua responsabilidad del uno por el otro, en el esfuerzo por ganar la santidad de uno por la del otro, por obtener la libertad interior de uno por la libertad exterior del otro. La Familia tomó conciencia de la centralidad de la persona del fundador y de su paternidad para la Obra de Schoenstatt, como portador de un carisma para la renovación de la Iglesia. Esto de concretó posteriormente en lo que denominó “asemejamiento” y “seguimiento” de nuestro padre y fundador.

Esta experiencia vital , que conjuga un mutuo amor natural y sobrenatural, de entrelazamiento y solidaridad de destinos entre Padre y su Familia, será cuestionada y desencadenará la visitación canónica a Schoenstatt, que culmina con la Visitación y el tercer hito de la Familia: el 31 de Mayo de 1949.

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