Evangelio jueves 9 de mayo

Jueves 9 de mayo de 2024 | Osvaldo Andrés Iturriaga

9 de mayo de 2024

Evangelio según San Juan 16, 16-20

Jueves de la sexta semana de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver». Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de "dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver", y eso de "me voy al Padre"?». Y se preguntaban: «¿Qué significa ese "poco"? No entendemos lo que dice». Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: "Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver"? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo.

"Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría."

Jesus parece decirnos: Estoy presente aun cuando no me veas, estoy presente en ustedes a través del Espíritu Santo. Nunca me olvidaré de ti, ni de ninguna de mis ovejas, aun cuando puedan estar perdidas. Estaré atento a salir a tu encuentro y caminaré a tu lado en todo momento. Ten certeza de esto, y no caigas en la tentación de creer que estás solo, porque nunca te abandonaré. Vive con alegría, sabiendo que eres amado por mi Padre misericordioso que es fiel a su amor por sus hijos. Recibe su amor gratuito y busca compartirlo con abundancia.

En ciertos momentos de la vida, tal vez mayormente en aquellos momentos en que siento esa "tranquilidad de que todo parece estar bien", caigo en la indiferencia, o me cuesta reconocer la presencia de Dios en mi vida. Percibo la tentación de separar lo espiritual de lo terrenal como si fueran dimensiones paralelas y no integradas. Hoy Jesús me invita a abrir el corazón, para entregarle mis preguntas e inquietudes, y poner en sus manos mi vida con total esperanza y desprendimiento.

Querido Jesús, durante mi vida he podido experimentar claramente tu presencia, que me ha llenado de paz y de confianza. En otros momentos, he dejado de verte y sin quererlo soy indiferente a tu amor. Ayúdame Jesús a impedir que mi vida terrenal se desconecte de mi vida espiritual. Regálame la gracia de verte más seguido, en todos y en todo, creyendo que Tú has resucitado y que estás realmente presente en mi vida. Que por la intersección de María Santísima pueda dar el fruto que tú esperas de mí.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000